Mientras siguen aumentando los casos de coronavirus, China ha confirmado que es contagioso incluso antes de mostrar síntomas, lo que podría dificultar las tareas de control frente a la propagación.

Según el ministerio de Sanidad de China, el coronavirus tiene un periodo de incubación de 14 días y su capacidad de expansión se está fortaleciendo.

Un padre ya se lo ha contagiado a su hijo y se confirma, por tanto, que puede pasar de persona a persona. Puede transmitirse de forma aérea siempre que existan pequeñas partículas de líquido contaminadas, el llamado 'contagio por gotitas', por ejemplo tras un estornudo.

El origen del virus es otra de las incógnitas. China trabaja con la hipótesis de que un animal salvaje puede ser el primer eslabón y el Ejército peina los mercados de la ciudad de Wuhan. Además, ya se ha prohibido el comercio de animales salvajes. Por ahora, la ciudad, zona cero de la epidemia, se ha convertido en un auténtico búnker para evitar la propagación.

El ministro de Sanidad chino, Ma Xiaowei, ha anunciado en rueda de prensa que 1.350 médicos adicionales han llegado ya a Wuhan y otros 1.000 están al llegar, aunque ha reconocido una escasez de suministros médicos que están intentando paliar "de todas las formas posibles".

El viceministro de Industria y Tecnología de la Información, Wang Jiangping, ha indicado que están intentando varias vías, tanto en el interior como en el exterior, para obtener los suministros necesarios.

El nuevo coronavirus se diferenciaría radicalmente del SARS o síndrome respiratorio agudo y grave surgido en China en 2002 y que se saldó con la muerte de más de 700 personas en todo el mundo con una tasa de mortalidad tras contagio de entre el 13 y el 19%. El SARS no era asintomático, por lo que era más sencillo localizar a posibles contagiados.