China ha conseguido llegar a Marte. Uno de sus vehículos espaciales se ha posado hoy en la vasta llanura conocida como Utopia Planitia de Marte, y ha convertido a China en el tercer país que logra llegar al planeta rojo en la historia de la humanidad, después de Estados Unidos y Rusia, tal y como ha hecho eco la Administración Nacional del Espacio del país asiático (CNSA).
El módulo de aterrizaje y el explorador se separaron de la nave espacial china Tianwen-1, que llevaba desde el pasado febrero en la órbita de Marte, a las 04.00 horas locales (20.00 GMT del viernes) y descendieron hacia el planeta rojo.
Tras un descenso de unas tres horas, la cápsula que contenía al módulo y el explorador entraron en la atmósfera de Marte a una altura de 125 kilómetros, iniciando la fase más arriesgada de la misión. Cuando la velocidad de la cápsula se redujo entonces de 4,8 kilómetros por segundo a 460 metros por segundo, un gran paracaídas con una superficie de cerca de 200 metros cuadrados se desplegó para continuar reduciendo su marcha hasta los 100 metros por segundo.
El paracaídas y la cubierta exterior de la cápsula se desprendieron entonces, mientras se activaba el retrocohete del módulo de aterrizaje para disminuir aún más la velocidad hasta casi cero. A cerca de 100 metros de la superficie marciana, el artefacto flotó unos instantes para identificar obstáculos y medir la pendiente de la superficie, tras lo que seleccionó un área relativamente plana y descendió lentamente posándose con éxito sobre ella con sus cuatro patas amortiguadoras.
La entrada de la cápsula en la atmósfera de Marte, que duró cerca de nueve minutos, fue extremadamente complicada, sin control desde tierra y tuvo que ser realizada por la nave espacial de forma autónoma, explicó Gen Yan, un portavoz de la CNSA.
"Cada paso tenía solo una oportunidad y las acciones estaban estrechamente relacionadas. Si hubiese habido algún error el aterrizaje habría fracasado", afirmó. Actualmente, el grado de éxito de la humanidad en amartizajes está por debajo del 50% y la mayoría de los intentos fallidos ocurren durante el descenso.
"Se precisó una operación extremadamente exacta en la que intervienen varias tecnologías, incluido el diseño aerodinámico de la forma de la cápsula, el paracaídas y el motor para conseguir un amartizaje suave", ha explicado Sun Zezhou, jefe diseñador de la misión. La sonda Tianwen-1 entró el pasado 10 de febrero con éxito en la órbita de Marte, tras un viaje de seis meses y medio desde el sur del gigante asiático.
Con el amartizaje de hoy, China se convierte en el primer país en viajar hasta Marte, entrar en su órbita y explorarlo en una sola misión, con un coste de cerca de 8.000 millones de dólares (6.596 millones de euros). La Tianwen-1, cuyo nombre en mandarín significa "preguntas celestiales" en referencia a un clásico poema chino, fue lanzada el 23 de julio de 2020 desde el centro espacial de Wenchang en la isla meridional de Hainan.