China ha anunciado este lunes la relajación de sus medidas de planificación familiar. De este modo, permitirá a sus ciudadanos tener un tercer hijo, después de que las cifras del censo publicadas este mes mostraran una reducción en la natalidad.

Las autoridades han tomado esta decisión con el objetivo de "mejorar la estructura poblacional" del país, así como "responder de manera activa al problema del envejecimiento". De esta forma, han destacado que "las políticas sobre nacimientos serán mejoradas" y han incidido en que "se introducirá una política que permita a las parejas tener tres hijos, junto a medidas de apoyo".

En 2015, el Partido Comunista Chino puso fin a la política del hijo único y anunció que "todas las parejas" del país podrían tener hasta dos hijos. Se trata de un tema que ha generado gran polémica en el país asiático, especialmente ante los cambios de criterio de los últimos años. Sin ir más lejos, una propuesta barajó multar a las parejas con pocos hijos. Ahora, mediante esta nueva regulación, se amplía el cupo de hijos hasta los tres.

Según el censo presentado el pasado día 11 y elaborado cada diez años, China cuenta ahora con casi 1.412 millones de habitantes, aunque el envejecimiento poblacional y la baja natalidad han hecho saltar las alarmas en Pekín.