La imagen de 92 migrantes completamente desnudos y descalzos en la frontera entre Grecia y Turquía muestra la cara más espeluznante de las políticas migratorias. Entre ellos se encuentran 61 afganos, tres iraníes, cuatro marroquíes, cinco paquistaníes y tres personas procedentes de Bangladesh. Además, según denuncian organismos internacionales, habría incluso niños.
Los dos países implicados se acusan mutuamente de abandonar a estas personas en la frontera. Grecia acusa a Turquía de vejar y humillar a estas 92 personas, con un comportamiento "bárbaro y medieval". El ministro de Protección Ciudadana de Grecia, Takis Theodorikakos, ha señalado en su cuenta de Twitter que los hechos han sido registrados por Frontex y son "indiscutibles".
Responde así al ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusolgu, quien ha negado que Turquía empujara hacia Grecia a los 92 migrantes y ha acusado a Atenas de intentar "calumniar" a Turquía.
Sin embargo, los migrantes, que han sido abandonados totalmente desnudos, han declarado a la policía griega que fueron transportados a Evros en tres vehículos de las autoridades turcas y más tarde intentaron cruzar el río en botes de plástico.
Es por ello que el ministro de Migración, Notis Mitarakis, ha anunciado que Grecia llevará el incidente ante la ONU. Además, Theodorikakos ha enviado una misiva a la comisaria de Asuntos Internos de la UE, Ylva Johansson, y a sus homólogos de los países miembros del bloque en la que se les informa sobre el caso y se acentúa que los migrantes fueron "víctimas de robo, lesiones corporales y tratos que ofenden a la dignidad humana" por parte de la autoridades turcas, según sus propios testimonios.
Por el momento, se sabe que estas personas han sido atendidas, que se les ha dado ropa y que están retenidas en una comisaría de policía de la frontera.