El peor día hasta ahora en el aeropuerto de Kabul. Así es como testigos occidentales describen la jornada de este sábado en el aeródromo de la capital afgana, donde la situación es cada vez más peligrosa y se han registrado al menos siete muertos en las últimas horas en las inmediaciones.

"Las condiciones sobre el terreno siguen siendo extremadamente difíciles, pero estamos haciendo todo lo posible para gestionar la situación de la forma más segura posible", ha indicado el Ministerio de Defensa británico, en un comunicado recogido por 'Sky News', en el que no proporciona más información sobre las circunstancias de los fallecimientos "de los siete civiles afganos que tristemente han muerto en las multitudes en Kabul".

El caos continúa a las puertas de la infraestructura desde que los talibanes se hicieron con el control de Afganistán, entre tiros al aire y estampidas. Las imágenes que llegan desde allí muestran cómo los afganos enseñan sus papeles a los militares británicos y estadounidenses y hacen todo lo posible por huir de los talibanes, pero los soldados les dicen que tienen que esperar.

El descontrol es tal que incluso la Embajada de Estados Unidos pedía este sábado a sus ciudadanos que no vayan al aeropuerto, aunque apenas unas horas después el Pentágono aseguraba que seguía siendo seguro. "El aeropuerto sigue siendo seguro. El personal militar supervisa actualmente las operaciones de vuelo", ha afirmado el general William D. 'Hank' Taylor.

Bloqueados los accesos por tierra, la única vía para llegar al aeropuerto es el aire. Desde el aeropuerto de Kabul está operando el 160 regimiento de aviación, una de las unidades de élite más reconocidas. Un despliegue que refleja lo desesperado de la situación para evacuar a los occidentales.

En la noche del jueves al viernes, tres Chinook rescataron desde un hotel cercano al aeropuerto a 169 estadounidenses. Es la forma más segura para llegar a un aeropuerto cada vez más peligroso.

Por su parte, la corresponsal de la 'CNN' en Afganistán, Clarissa Ward, embarcó en un C17 la pasada madrugada, junto a otras 300 personas que sí han logrado escapar de Kabul.