Montenegro ha entrado en un período de inestabilidad política tras la caída de su Gobierno, que no ha podido superar las grandes polarizaciones identitarias en el país para centrarse en las reformas en la vía hacia el ingreso en la Unión Europea. El Ejecutivo de coalición del proeuropeo Dritan Abazovic ha sido derrocado este sábado al prosperar una moción de censura presentada por los socialistas del DPS en protesta por un acuerdo con la Iglesia Ortodoxa Serbia que, considera, diluye la identidad nacional del país.
Grupos proocidentales y nacionalistas montenegrinos aseguran que el acuerdo que regula las relaciones del Estado con la Iglesia Ortodoxa Serbia fortalece la influencia de Serbia y de Rusia en el país. Se trata de un pacto que Podgorica firmó a principios de agosto con la Iglesia Ortodoxa Serbia, a pesar de la oposición del DPS, para regular las relaciones entre ambas instituciones. Los opositores anunciaron la moción de censura por haber realizado el acuerdo de por ocultar el momento en el que se realizó. En la sesión, de los 81 escaños, estaban presentes 51 diputados, de lo cuales 50 han votado a favor, y únicamente un congresista ha votado en contra, según ha recogido la compañía de radiotelevisión pública del país RTCG.
Las negociaciones para formar una nueva mayoría parlamentaria podrían comenzar ya hoy, aunque el resultado es incierto y es más probable que el Gobierno saliente quede en funciones hasta unas elecciones legislativas anticipadas que la situación hace prever. El primer ministro ha indicado que esta medida es una irresponsabilidad si la oposición no tiene un plan para constituir un nuevo gabinete. "Espero que rápidamente constituyamos un nuevo gobierno y obtengamos un nuevo mandato. Si eso no sucede, es una irresponsabilidad y la ciudadanía debe saberlo que los ha empujado a la inestabilidad", ha criticado Abazovic.
Así, ha añadido que quiere "creer que (la oposición) tiene una continuación del plan". "Esta es solo una de las batallas políticas", ha expresado. Abazovic también se ha defendido en su cargo al señalar que nadie podría haber hecho más en 100 días. "Tal vez en un año o cuatro, pero no en 100 días", ha asegurado, antes de remarcar los resultados en la lucha contra el crimen y la corrupción. "Estoy orgulloso de todo lo que hemos hecho en 100 días. Seremos recordados como el Gobierno que duró menos tiempo. Haremos todo lo posible para garantizar que el gobierno que se forme después de las elecciones lleve a Montenegro a la UE", ha remachado el político proeuropeísta.
Los asuntos de identidad polarizan desde hace años la política y la sociedad en Montenegro, pequeño país que en 2006 se independizó del Estado que formaba con Serbia tras la disgregación de Yugoslavia en la década de 1990. Los principales protagonistas de la dura polarización son los socialistas del DPS, encabezado por el presidente de Montenegro y hombre fuerte desde hace tres décadas, Milo Djukanovic, y el proserbio y prorruso Frente Democrático (DF), las dos mayores formaciones montenegrinas.
El DPS derrocó el Gobierno junto con los dos partidos socialdemócratas (SDP y SD) y una formación de la minoría albanesa a que se sumaron el opositor partido Demócratas de Montenegro (centroizquierda), el BS, de la minoría bosniomusulmana pero también dos diputados de grupos prorrusos y proserbios. Abazovic, el primer ministro saliente y líder del reformista URA (centroizquierda), insistió en que la moción de censura contra su Gobierno fue presentada por su determinación en la lucha contra la corrupción y el crimen organizado.
Aseguró que la firma del acuerdo con la iglesia, el pasado día 3, soluciona un problema que polariza el país, y acusó al DPS y sus aliados de nacionalismo y de pretender mantener las divisiones para atraer votos en asuntos identitarios y encubrir vínculos con el crimen organizado. El frágil Gobierno en minoría de Abazovic, ahora saliente, fue formado a finales de abril por su URA, el SDP, el proserbio SNP y formaciones de las minorías, y en el Parlamento contaba con el apoyo del DPS. Montenegro, pequeño país de unos 620.000 habitantes, es miembro de la OTAN y candidato al ingreso en la Unión Europea.