Una investigación forense realizada con cadáveres de cerdos en el desierto de Arizona hace temer, por la rapidez con la que desaparecen, que las cifras oficiales de muertes de inmigrantes indocumentados sean muy cortas. "Estamos seguros que hay mucha más gente que ha muerto en el desierto y que nunca encontraremos sus cuerpos", asegura Jasón de León, antropólogo y director del Proyecto de Migración Indocumentada (UMP) de la Universidad de Michigan (EEUU).

De León dirige un equipo de investigadores que desde 2012 ha llevado a cabo tres experimentos en pleno verano en el desierto de Arizona para saber qué ocurre con los inmigrantes que fallecen en la travesía por esos peligrosos y áridos territorios. Para ello utilizan cadáveres de cerdos debido a su similitud con los de los humanos.

De acuerdo a las cifras oficiales de la Patrulla Fronteriza, desde el año fiscal 1998 y hasta el 2017 se ha reportado a lo largo de la frontera con México la muerte de 7.216 inmigrantes indocumentados, de los cuales 2.726 fallecieron dentro del Sector Tucson, en la frontera de Arizona.

'El medioambiente y los animales pueden destruir un cuerpo rápidamente, en menos de tres o cuatro días'

Los experimentos con cerdos, el último de ellos finalizado a principios de este mes, están "demostrando que el medioambiente y los animales pueden destruir un cuerpo rápidamente, en menos de tres o cuatro días, por lo que creo que nunca vamos a tener un número completo de los (inmigrantes) muertos en el desierto", indicó el antropólogo.

Algunos de esos animales llevan puesta ropa similar a la utilizada por los inmigrantes durante el cruce desde México. Después los investigadores documentan paso a paso lo que ocurre con los cadáveres por medio de cámaras de vídeo, fotografías e imágenes captadas por drones desde el aire.

Hasta el momento han concluido que los animales que más daño causan son los buitres, los cuales en bandadas de hasta 30 ejemplares pueden devorar y desarticular el cuerpo de un cerdo en menos de 36 horas, pero también hay vídeos que muestran cómo las hormigas y otros insectos acaban con los huesos.

Uno de los cuatro cerdos que colocaron en el desierto cerca de la población de Arivaca simplemente 'desapareció' en seis días

En su investigación más reciente, el equipo se sorprendió de cómo el cuerpo de uno de los cuatro cerdos que colocaron en el desierto cerca de la población de Arivaca simplemente "desapareció" en seis días. En menos de dos semanas, todos los cuerpos de los cerdos, cada uno con un peso aproximado de 77 kilos, habían sido devorados, cercenados y sus huesos diseminados por el desierto.

El antropólogo explicó que es común que los inmigrantes que se ven obligados a dejar a un familiar, amigo o compañero de viaje que fallece durante el cruce traten de "preservar" el cuerpo cubriéndolo con rocas. Sin embargo debido al material poroso de las piedras que se encuentran en el desierto al cubrir el cuerpo se produce un efecto similar a un horno, lo que hace que se descomponga mas rápidamente.

De León espera volver el próximo año para investigar qué ha pasado con los restos de los cerdos que fueron dejados este verano, él y sus compañeros quieren ver si después de pasar tantos meses se puede encontrar algún tipo de rastro, ya sea ropa o huesos, y en caso de que sí, a qué distancia del lugar original donde fueron colocados.