De media son asesinadas tres mujeres al día por sus parejas o exparejas en Estados Unidos; más de la mitad lo son con armas de fuego.

Por eso los condenados por violencia de género no pueden comprar ni tener armas si han estado casados, han convivido o tenido hijos con su víctima, pero a los novios o exnovios no les afecta esa prohibición, y eso que hay más asesinatos por parte de novios que de maridos.

Un agujero legal que han querido tapar los demócratas. Con su mayoría en la Cámara de Representantes, han cambiado la ley de violencia contra las mujeres para prohibir que los novios y acosadores condenados puedan tener armas; pero la mayor parte de los republicanos se opone

Y ahí está el problema, porque ahora es el Senado el que tiene que pronunciarse y allí los republicanos son mayoría. Además, la Asociación Nacional del Rifle, amenaza: tomará nota de los senadores que apoyen lo que ellos consideran una limitación de la segunda enmienda. Quienes lo hagan, entrarán en su lista negra y harán campaña contra ellos en las primarias del partido.

Sostienen que la solución no es prohibir el acceso a las armas de los maltratadores, sino armar a las mujeres. Aunque los datos les quitan la razón: si hay armas de por medio, la posibilidad de que una mujer maltratada sea asesinada se multiplica por cinco.

Más de un millón de mujeres supervivientes de violencia machista han recibido disparos y a más de cinco millones y medio les han amenazado alguna vez con un arma de fuego.