La Policía de Nuevo México investiga los asesinatos de cuatro hombres musulmanes. Creen que detrás de estos asesinatos podría haber un delito de odio contra la comunidad islámica, y que todos podrían ser víctimas de un mismo asesino en serie.

El principal sospechoso ya ha sido detenido por las autoridades de Alburquerque. La pista que han seguido ha sido la de un vehículo implicado en las muertes, un Volkswagen Jetta gris que el detenido conducía en el momento de la detención.

Todos son hombres asesinados a tiros y tres de ellos se apellidaban Hussein. Dos de los muertos eran de origen pakistaní y acudían a la misma mezquita, mientras que otro, asesinado el año pasado, provenía de Afganistán. El último asesinato se produjo el viernes, cuando la víctima fue atacada poco después de acudir al funeral de los dos pakistaníes.

Por su parte, los familiares de las víctimas reclaman que estos casos no se silencien, que haya justicia y se condene al asesino.

Pero el miedo ya ha calado fuerte en entre la comunidad local de refugiados que vive atemorizada. Incluso el presidente estadounidense, Joe Biden, se ha hecho eco de los asesinatos y ha expresado su conmoción y pesar con la comunidad.

"Estoy enfadado y triste. Mi Administración está con la comunidad musulmana", ha escrito en su perfil de Twitter, recalcando que estos ataques de odio no tienen cabida en Estados Unidos.