El misionero salesiano español Antonio César Fernández es una de las seis víctimas mortales del supuesto atentado yihadista perpetrado en Burkina Faso.

El ataque se produjo en la localidad de Nohao, en la provincia de Boulgou, a 40 kilómetros de la frontera sur del país y cerca de Ghana: allí, un grupo de yihadistas en motocicleta atentó contra un puesto de aduanas, atrapando en el fuego cruzado al misionero.

El Gobierno español ha solicitado a las autoridades de Burkina Faso que abran una investigación sobre la muerte del misionero y ha anunciado que el embajador de España en Mali se desplazará en breve a este país para asistir a toda la tramitación necesaria.

El misionero salesiano falleció tras recibir tres disparos durante el ataque, en el que fueron asesinados también cinco funcionarios de aduanas locales y que se produjo a primera hora de la tarde del viernes, cuando el misionero regresaba a su comunidad en Uagadugú junto a otros dos religiosos, que sobrevivieron.

Los misioneros volvían a la ciudad tras celebrar en la capital de Togo, Lomé, una reunión de la Inspectoría Salesiana de África Occidental Francófona.

Este ataque se enmarca dentro de la ola de violencia que azota a Burkina Faso desde 2015, en un contexto que ha vivido un recrudecimiento de la amenaza terrorista en las últimas semanas tras la celebración de la V Conferencia de jefes de Estado del G5 del Sahel, cuya presidencia rotatoria asumió la presidencia rotatoria.