El funeral de Estado por Isabel II en la londinense abadía de Westminster ha concluido con la interpretación por el gaitero real del lamento 'Sleep, dearie, sleep', después de que la congregación entonara el himno nacional y se guardaran dos minutos de silencio en el Reino Unido.
El lamento fue interpretado por Paul Burns, su gaitero personal y miembro del Real Regimiento de Escocia, protagonizando uno de los momentos más conmovedores del servicio religioso, oficiado por el deán David Hoyle y el arzobispo de Canterbury, Justin Welby.
Un momento muy emotivo que se ha celebrado por expreso deseo de la reina Isabel II.
Justo antes, los asistentes al funeral, entre ellos los reyes de España y numerosos dignatarios extranjeros, entonaron el himno nacional británico, que desde la muerte de la soberana el ocho de septiembre sustituye el 'Dios salve a la reina' por 'Dios salve al Rey'.
Después del servicio funerario, el féretro ha sido trasladado a pie hasta el Arco de Wellington, en el centro de Londres, para ser desplazado desde allí en coche al castillo de Windsor, a unos 40 kilómetros de la capital, donde Isabel II recibirá sepultura en la capilla de San Jorge junto a su esposo, el príncipe Felipe.