Bosnia entierra, después de 27 años del asesinato masivo, a 86 musulmanes ejecutados por policías serbobosnios.

Las víctimas fueron ejecutadas en el conflicto entre Serbia y Bosnia en 1992 tras las separación de la antigua Yugoslavia en la Guerra de los Balcanes.

Las víctimas eran prisioneros de un campo de detención.

Las labores de identificación han sido el principal obstáculo debido a que la fosa en la que arrojaron los cuerpos fue bombardeada.