Las autoridades rebeldes huthis han confirmado que más de 140 personas han muerto y otras 525 resultaron heridas como consecuencia de un bombardeo ejecutado sobre un funeral en el Gran Salón de la capital de Yemén, Saná, según el último balance proporcionado por la agencia de noticias Sabanews, órgano portavoz de los rebeldes.
El Consejo General del Pueblo, gabinete del gobierno rebelde sobre la ciudad, ha condenado enérgicamente el ataque, del que ha acusado a la coalición internacional liderada por Arabia Saudí, que ha negado toda participación en el ataque, a través de un comunicado en el que tacha el acto de "genocidio" y "uno de los crímenes más atroces desde el inicio de la agresión de Arabia contra el pueblo yemení".
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha informado de que durante toda la tarde los sanitarios han seguido sacando cuerpos de fallecidos y han trabajado en la extracción de los heridos atrapados bajo los escombros. "Las primeras informaciones recibidas por el CICR apuntan a un número muy alto de víctimas y que podría aumentar", ha señalado la organización en un comunicado.