El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se ha burlado, una vez más, de la pandemia del COVID-19 afirmando a las puertas del Palacio de Alvorada que va a "cometer un crimen" porque, ha dicho, tiene pensado celebrar una barbacoa en casa para 30 personas, en donde habrá un partido de fútbol, pero no alcohol, pues "la primera dama pondría a todo el mundo a correr".

Asimismo, ha asegurado que tan solo mostrará las pruebas que se le hicieron para detectar si tenía coronavirus que resultaron en principio negativas, si así lo exige la Justicia en última instancia, después de que algunos medios de comunicación y autoridades solicitaran tener acceso a las mismas.

"Si perdemos en última instancia, yo los muestro sin ningún problema", ha afirmado Bolsonaro, según ha informado el periódico 'Estadao', que, junto al propio Congreso de los Diputados, ha realizado estas peticiones ante la Justicia debido al alto número de contagios de algunos de los miembros del Gobierno, tras volver en marzo de una visita oficial en EEUU.

La última de las personas del equipo de Bolsonaro en dar positivo fue su portavoz, el general Otávio Rego Barros, quien se sumó a más de una veintena de ministros y altos cargos, entre ellos los titulares de Seguridad Institucional de la Presidencia, Augusto Heleno, o el de Minas y Energía, Bento Albuquerque, tras volver de su viaje a Washington.