Jair Bolsonaro vuelve a desafiar la recomendación de permanecer en casa por la pandemia de coronavirus. El presidente brasileño, que minimiza el peligro del COVID-19, al que incluso se ha referido como "gripecita", salió de su residencia oficial y acudió a una panadería de Brasilia, donde comió, bebió y se fotografió con sus seguidores.

En un vídeo difundido a través de Twitter por su hijo, Eduardo Bolsonaro, se observa al mandatario en el mencionado establecimiento, sin mascarilla, comiendo allí a pesar de que las panaderías de la capital del país solo pueden vender sus productos para llevar, debido a las restricciones por el virus.

Aunque algunos de sus seguidores le han aplaudido, también ha sido recibido con caceroladas, mientras que algunos residentes le han abucheado desde sus ventanas, exigiéndole a gritos que volviera a su casa y respetara la cuarentena impuesta por el gobierno regional.

Muchos han vuelto a criticar la actitud del mandatario frente a las medidas impuestas para frenar el avance del virus en el país, donde ya han muerto 974 personas y otras 18.397 han resultado infectadas.

Desde que comenzó la crisis sanitaria, Bolsonaro ha criticado las medidas de restricción a la circulación impuestas por gobiernos locales para frenar al coronavirus y ha desafiado esas decisiones reiteradamente, sobre todo los fines de semana, cuando ha recorrido algunos de los pocos comercios abiertos en Brasilia.