El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha calificado de "genocidio" la matanza de 1,5 millones de armenios por el Imperio Otomano en 1915, una medida que ha tensado la relación con Turquía y que ya ha dado lugar a la reacción del Gobierno turco quien, en señal de protesta, ha convocado al embajador de Estados Unidos en el país, David Satterfield,.

Además, la embajada de Estados Unidos en Ankara ha anunciado que estará cerrada el lunes y martes próximos por cautela ante el riesgo de que se produzcan manifestaciones contra el uso del término "genocidio" armenio. "Puede haber manifestaciones o protestas a consecuencia del comunicado de la Casa Blanca del 24 de abril que conmemora la vida de todos los que murieron en el genocidio armenio de la época otomana", advierte una nota en la web de la legación. "Como medida de precaución" se cierran el próximo lunes 26 y el martes 27 de abril tanto la embajada en Ankara como el consulado general en Estambul y los consulados de Adana y Esmirna, señala el comunicado.

Asimismo, advierte a los ciudadanos estadounidenses de que "eviten las zonas alrededor de los edificios del Gobierno estadounidense" y tener cuidado "en lugares donde se puedan juntar americanos o extranjeros".

Numerosos altos cargos del Gobierno turco y del partido en el poder, el islamista AKP, han denunciado con duras palabras la decisión de Biden de usar por primera vez en esta conmemoración la palabra genocidio, rechazando que las masacres de 1915 puedan describirse con este término.

La condena más dura vino de Devlet Bahçeli, dirigente del partido ultranacionalista MHP, socio de coalición del AKP, quien defendió las deportaciones de armenios en 1915 como "una decisión correcta y equilibrada" y acusó a Estados Unidos de haberse "apartado del camino de la alianza", por lo que "nada va a ser como antes".

Pero también el partido nacionalista IYI y el socialdemócrata CHP, que forman una coalición opositora, han protestado contra el uso del término por Biden, calificándolo de incorrecto históricamente. Únicamente el partido izquierdista HDP, tercero en escaños en el Parlamento, ha pedido a la sociedad reconocer el pasado y "afrontar la vergüenza del genocidio armenio".

Primer presidente de EUU en reconocer el genocidio armenio

A través de un comunicado para conmemorar el 106 aniversario del inicio de esa matanza, que se cumplió este sábado, Biden se convirtió en el primer presidente de EEUU en ejercicio que reconoce formalmente lo ocurrido como genocidio, algo que sus predecesores han evitado para no poner en riesgo la crucial alianza con Turquía.

"El pueblo estadounidense homenajea a todos aquellos armenios que fallecieron en el genocidio que comenzó hace hoy 106 años", afirmó Biden, que empleó en dos ocasiones la palabra "genocidio" en el comunicado, cumpliendo así una de sus promesas electorales y llevando a término una fuerte campaña de presión de congresistas y grupos de estadounidenses de origen armenio que llevan años pidiendo que se use ese término.

En 2019, tanto la Cámara Baja como el Senado de Estados Unidos aprobaron medidas en las que describían como "genocidio" la masacre de 1915, a pesar de las advertencias del Gobierno turco de que eso dañaría gravemente las relaciones bilaterales.

Turquía reconoce la muerte de civiles armenios durante los intentos de deportación en 1915, pero los encuadra en un contexto bélico con Rusia en el este de Anatolia durante la I Guerra Mundial, y se niega tajantemente a aceptar el término de genocidio.

Biden explicó en su comunicado que su intención era "honrar" la memoria y el "dolor" de los migrantes armenios que llegaron a Estados Unidos tras la matanza, y de sus descendientes, que nunca olvidaron esa "trágica historia". "No hacemos esto para echar culpas, sino para asegurar que lo que ocurrió no se repita nunca", subrayó.

El mandatario estadounidense destacó que el respeto a los derechos humanos es una de sus prioridades, así como construir "un mundo que no esté manchado por los males diarios de la intolerancia". "Renovemos nuestra determinación compartida de prevenir que ocurran atrocidades en el futuro, en cualquier lugar del mundo, y de potenciar la sanación y la reconciliación", concluyó Biden.

Estados Unidos se convierte así en el trigésimo país que reconoce hasta ahora como genocidio lo ocurrido hace más de un siglo, incluidos varios de Europa y Latinoamérica, además de Rusia y Siria, dos enemigos de Ankara.

Según fuentes oficiales, la decisión de Biden no derivará en la imposición de sanciones a Turquía, a pesar de que Estados Unidos forma parte de la convención de la ONU contra el genocidio de 1948, que pide a los Estados castigar ese crimen.

No obstante, sí se espera que debilite la relación con Turquía, cuyo presidente, Recep Tayyip Erdogan, mantuvo una relación cálida con el expresidente Donald Trump, pero bastante fría con Biden cuando era vicepresidente de Barack Obama, entre 2009 y 2017. Hasta ahora, ningún presidente estadounidense en ejercicio había calificado oficialmente la matanza como genocidio, aunque Ronald Reagan (1981-1989) usó una vez esa palabra para referirse a la matanza armenia en una proclamación sobre el Holocausto nazi.