El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, considera que hay una "clara posibilidad" de que Rusia invada Ucrania en febrero y se lo ha comunicado así en la madrugada de este viernes a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, durante una llamada telefónica.

"El presidente Biden ha dicho que hay una clara posibilidad de que los rusos puedan invadir Ucrania en febrero", ha escrito en su cuenta oficial de Twitter la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Emily Horne.

La portavoz se ha pronunciado así después de negar una información publicada por la cadena CNN, que citó a una fuente oficial ucraniana según la cual Biden había dicho a Zelenski que estaba prácticamente confirmado que Rusia invadiría Ucrania una vez se congelara el terreno, y que podría "saquear" Kiev.

Horne ha tachado esa versión de "completamente falsa" y ha dicho que Biden solo había comunicado su impresión de que era posible, pero no seguro, que Rusia invadiera el país en febrero.

En su llamada con Zelenski, Biden "ha reafirmado la preparación de Estados Unidos y sus aliados y socios para responder de forma decisiva si Rusia invade" Ucrania, según un comunicado de la Casa Blanca.

El mandatario estadounidense ha comunicado a Zelenski que está evaluando la posibilidad de conceder "un apoyo macroeconómico adicional para ayudar a la economía de Ucrania, ante la presión que ha resultado del aumento de fuerzas militares de Rusia" en las fronteras del país.

Zelenski ha intentado rebajar los ánimos al respecto el martes, al negar que las evacuaciones de personal diplomático signifiquen una "escalada inminente" del conflicto con Rusia. En la llamada, ambos han subrayado el principio de no decidir "nada sobre Ucrania sin Ucrania", en el contexto de las negociaciones con Rusia sobre sus exigencias de seguridad.

"El presidente Biden ha expresado el apoyo de Estados Unidos por los esfuerzos para resolver el conflicto en el formato de Normandía, y ha expresado su esperanza de que el compromiso de las partes este 26 de enero con los términos del alto el fuego de julio de 2020 ayuden a rebajar las tensiones e impulsar la implementación de los Acuerdos de Minsk", ha concluido la Casa Blanca.

"Si depende de Rusia no habrá guerra"

Por su parte, el ministro de Asuntos de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha afirmado este viernes que "si depende de Rusia no habrá guerra", en una entrevista con medios locales trasmitida en directo.

El jefe de la diplomacia rusa ha respondido así a un pregunta de si habrá guerra debido las tensiones con Occidente y en torno a Ucrania. "Si depende de Rusia no habrá guerra. No queremos guerras. Pero tampoco permitiremos que se ignoren y se pisoteen groseramente nuestros intereses", ha dicho Lavrov.

Según el ministro, las respuestas de Estados Unidos a las exigencias de garantías de seguridad presentadas por Rusia son "bastante confusas" pero contienen elementos racionales en "asuntos secundarios", como en el relativo al emplazamiento de misiles de corto y medio alcance.

Las garantías de seguridad exigidas por Rusia incluyen poner freno a una mayor expansión de la Alianza, en particular a Ucrania y Georgia, el cese de toda cooperación militar con las antiguas repúblicas soviéticas y la retirada de las tropas y armamentos de la OTAN a las posiciones que ocupaban antes de 1997.

En cuanto a la amenazas de nuevas sanciones estadounidenses contra Rusia, que incluyan a sus dirigentes y la desconexión del país de los sistemas financieros internacionales, Lavrov ha indicado que ello "equivaldría a la ruptura de relaciones".

Entretanto, las fuerzas rusas siguen haciendo explosiones controladas en la frontera con Finlandia y con ensayos militares generalizados en el Ártico, el Báltico, el Negro y el Arábigo.

En Bielorrusia las tropas son recibidas con honores y con postres típicos, una imagen que da fuerza a Putin, que le permite exhibir músculo por todo el mundo.