Primer paso de Joe Biden para acabar con los tiroteos masivos en Estados Unidos. El presidente estadounidense ha anunciado este jueves un plan en 30 días para frenar la venta de las conocidas como 'armas fantasma', aquellas que se pueden fabricar de forma casera con piezas que el usuario compra por separado y que resultan irrastreables, ya que no tienen número de serie.

"La violencia armada en este país es una epidemia y una vergüenza internacional", ha aseverado el mandatario demócrata, que también ha anunciado un plan en dos meses para regular los 'brazos armados', dispositivos que se acoplan al arma para darle más precisión y que se usaron en tiroteos como el de Boulder, en Colorado, que dejó al menos 10 muertos o el de Georgia, en el que fallecieron ocho personas a mediados de marzo.

Entre ambos tiroteos se produjeron al menos 850 asaltos más, que dejaron 250 muertos y más de 500 heridos. Unas cifras sobrecogedoras a las que se ha referido Biden este jueves. "Cada día en este país se dispara a 360 personas, cada día. 106 de ellas mueren", ha indicado el presidente.

En total, Biden ha presentado seis medidas ejecutivas con las que quiere controlar el uso de las armas en el país norteamericano. "Basta de rezar. Es hora tomar acciones", ha aseverado el dirigente, que ha asegurado que ninguna de las medidas que ha propuesto infringen la Segunda Enmienda de la Constitución de EEUU, relativa al derecho de poseer y portar armas.

Las medidas anunciadas, no obstante, tienen un alcance limitado, y el presidente ha vuelto a instar al Congreso a prohibir las armas de asalto y los cargadores de munición de gran capacidad, así como a reforzar el sistema de verificación de antecedentes de quienes compran armas.