El Belgorod es el submarino definitivo. El más grande construido en los últimos 30 años con 184 metros de largo y 30.000 toneladas de peso. Ya está en manos de las fuerzas armadas rusas.

Lo más relevante del Belgorod está en su proa preparada para almacenar y disparar hasta 6 torpedos Poseidón, capaces de llevar ojivas nucleares en su interior. Este submarino cuenta, además, con dos reactores nucleares que lo impulsan y es capaz de transportar otros dos submarinos: uno pequeño para exploraciones profundas y otro de hasta 60 metros de eslora, el tamaño de un edificio de unos 17 pisos de altura.

Este vehículo es la construcción naval más grande de Rusia y está cargada de armamento atómico: los torpedos Poseidón, que son capaces de recorrer hasta 10.000 kilómetros a gran velocidad y provocar tsunamis de hasta 500 metros de altura. Diseñados, también, para causar una contaminación radiactiva devastadora.

Unas 130 personas podrán viajar en el Belgorod, que nace, teóricamente, para su uso científico, pero que está diseñado, y capacitado para destruir grandes ciudades costeras, por ejemplo, de Estados Unidos, con su armamento nuclear.