Era la imagen del horror, de la desesperación. Como se muestra en el vídeo que acompaña estas líneas, el pasado jueves, en el muro que separa a la población de Kabul (Afganistán) del aeropuerto, se vio a un bebé en pañales, de muy poco meses, pasando de mano en mano entre la multitud que se agolpaba.

Llorando, el pequeño fue recogido en el aire, de un brazo, por uno de los militares de Estados Unidos. Ahora bien, tras esta dramática situación, los militares estadounidenses han relatado qué ha sido de este bebé. Y hay final feliz: el pasado viernes el pequeño pudo reunirse con su familia, y está sano y salvo.

"El bebé que se ve en el vídeo fue llevado a un centro de tratamiento médico en el lugar y atendido por profesionales médicos", escribe en un correo electrónico con el New York Times el mayor James Stenger, portavoz de los Marines. Así, también lanza: "Puedo confirmar que el bebé se reunió con su padre y está a salvo en el aeropuerto".

Si bien Stenger no proporcionó más detalles sobre cuántos niños han vivido circunstancias similares en los últimos días, sí ha remitido una serie de fotografías en las que se ve a los marines jugando con los niños en los controles militares, así como hidratándolos. Por ejemplo, en la instantánea que se ve a continuación, con uno de los soldados cogiendo al bebé en cuestión.

El sargento Isaiah Campbell sostiene al bebé tras recogerlo del muro del aeropuerto de Kabul.

Ese soldado, según Stenger, es un infante de la marina de la 24ª Unidad Expedicionaria de Marines de las Fuerzas Armadas estadounidenses: "Este es un verdadero ejemplo de la profesionalidad de los marines en el lugar, que están tomando decisiones rápidas en una situación dinámica en apoyo de las operaciones de evacuación", destacó el mayor de los Marines.

Así, para el alto cargo, durante dos décadas, los estadounidenses han comprendido el coste humano de la guerra en Afganistán, especialmente a través de la muerte de miles de soldados de uno y otro bando. Pero estos días, las imágenes de bebés y niños pequeños alzados en los brazos de los comandos estadounidenses han puesto sobre el relieve el sufrimiento de la ciudadanía, y han provocando reacciones emotivas a lo ancho y alto del globo.

El vídeo fue cedido por el activista Omar Haidari, que ha denunciado el caos y el miedo de la gente. "Es un testimonio del papel de la comunidad internacional en la caída de Afganistán y su posterior abandono del pueblo afgano". Así, sentenciaba que "el futuro de Afganistán se ha decidido para su gente sin el voto de su gente, y ahora viven a merced de un grupo terrorista".