La Archidiócesis de Puebla confirmó el fallecimiento de las 11 personas, entre ellos 4 niños, incluido el bebé que estaba siendo bautizado en el Templo Santiago Apóstol, del siglo XVII, que se derrumbó por el temblor.

El párroco y el sacristán pudieron escapar del derrumbe y salieron ilesos.

Los habitantes de Atzala, una de las zonas más afectadas por el terremoto, trataron de auxiliar y retirar escombros hasta que las autoridades llegaron. Tras varias horas de labores de rescate fueron encontrados los cadáveres.