El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha aprobado el lanzamiento de un programa de emergencia para combatir las consecuencias económicas del coronavirus mediante la adquisición de activos públicos y privados con un alcance de 750.000 millones de euros. Según ha informado la institución, este permanecerá en vigor hasta finales de 2020.

"Tiempos extraordinarios requieren de una acción extraordinaria. No hay límites a nuestro compromiso con el euro. Tenemos la determinación de usar todo el potencial de nuestras herramientas, dentro de nuestro mandato", ha declarado Christine Lagarde, presidenta del BCE.

En este sentido, ha señalado que con este nuevo Programa de Compra de Emergencia Pandémica (PEPP), acordado tras una reunión de emergencia del Consejo, se pretende "contrarrestar los graves riesgos para el mecanismo de transmisión de su política monetaria y para las perspectivas para la zona del euro planteadas por el brote y la propagación creciente del COVID-19".

Programa de Compra de Emergencia Pandémica

Para las compras de deuda pública, la referencia en todas las jurisdicciones continuará siendo la clave de capital de los bancos centrales nacionales. No obstante, las compras bajo el nuevo PEPP se realizarán de manera flexible, lo que permitirá fluctuaciones en la distribución de los flujos de compra a lo largo del tiempo, entre las clases de activos y entre las jurisdicciones.

Asimismo, este programa incluye una exención respecto de los requisitos de elegibilidad de la deuda emitida por el Gobierno de Grecia, que hasta ahora había permanecido fuera del programa de compra de bonos del BCE.

"El Consejo de Gobierno dará por terminada la compra de activos bajo el PEPP una vez que juzgue que ha terminado la fase de crisis por el coronavirus COVID-19, pero en ningún caso antes de final de año", ha apuntado la entidad.

Por otro lado, se ha aprobado ampliar el rango de activos que puede adquirir bajo su actual programa de compras de bonos corporativos (CSPP) para incluir pagarés de empresas no financieras, permitiendo que todos los pagarés de suficiente calidad crediticia puedan ser adquiridos.

Además, con el objetivo de relajar los estándares de garantías mediante el ajuste de los principales parámetros de riesgo del marco de colaterales, el BCE ampliará el margen de las Reclamaciones Adicionales de Crédito (ACC) para incluir reclamaciones relacionadas con la financiación al sector empresarial, facilitando que las contrapartes puedan hacer un uso pleno de las operaciones de refinanciación del Eurosistema.

Se hará "todo lo que sea necesario"

"El Consejo de Gobierno del BCE está comprometido a desempeñar su papel de apoyo a todos los ciudadanos de la zona del euro en este momento extremadamente difícil", ha afirmado la institución.

Con este fin, ha añadido, "el BCE se asegurará de que todos los sectores de la economía puedan beneficiarse de condiciones financieras favorables que les permitan absorber este 'shock'. Esto se aplica igualmente a las familias, empresas, bancos y gobiernos".

De este modo, el Consejo de Gobierno ha declarado que "hará todo lo que sea necesario" dentro de su mandato y ha advertido de que está absolutamente preparado para incrementar el volumen de sus compras de activos y para ajustar su composición "tanto como sea necesario y por el tiempo necesario".

Así, la entidad ha asegurado que "explorará todas las opciones y todas las contingencias para apoyar a la economía" y ha señalado que, en la medida en que algunos límites autoimpuestos puedan obstaculizar sus acciones en cumplimiento del mandato, el Consejo de Gobierno considerará revisarlos para que su acción sea proporcional a los riesgos a los que se enfrenta.