Cuatro hospitales del condado inglés de Lincolnshire se han declarado en situación de emergencia y limitado algunos servicios debido a una escasez de personal provocada por contagios de la variante ómicron de COVID-19.

El director médico de la Fundación United Lincolnshire Hospitals -que gestiona los centros-, Colin Farquharson, ha afirmado que "hay presiones significativas de personal debido a ausencias relacionadas con la COVID-19" y se están tomando "medidas adicionales para mantener servicios" en las localidades de Lincoln, Boston y Grantham.

Como medidas de apoyo, la Fundación impuso hace unos días restricciones a las visitas para frenar la propagación de la variante ómicron y se ha pedido a los trabajadores que en las próximas 72 horas ofrezcan horas extra y traten de limitar sus contactos con personas ajenas al trabajo, indica la cadena pública.

También el sector de la hostelería y el comercio minorista del Reino Unido han advertido de que afrontan numerosas bajas debido a los confinamientos por COVID y avisan de que muchos establecimientos podrían tener que cerrar.

El Gobierno del primer ministro, Boris Johnson, pidió ayer a los responsables de organismos del sector público que hagan "planes de contingencia" ante la posible ausencia de hasta un 25% de los empleados por contagio del virus, en especial en la Sanidad y la Educación.

Estas bajas también se están notando en los supermercados de Australia, donde hay estantes vacíos. En lugar de productos hay carteles que anuncian el impacto de esta nueva variante. Con los reponedores enfermos apenas tienen mano de obra, ni distribuidores para abastecer los establecimientos.

Un problema aún peor en la industria cárnica, donde muchos empleados viven juntos y si uno se contagia, el resto tiene que aislarse también. Por eso reclaman que se les hagan test de antígenos a diario para administrar la cadena de suministros de alimentos.

En Estados Unidos han marcado el récord absoluto de la pandemia con al menos un millón de contagios el lunes. Allí también sufren las bajas de los sanitarios y hay camas vacías en los hospitales que no pueden ocupar porque no tienen cómo atenderlas.