Los mató en 2023
La australiana que envenenó a sus exsuegros con setas tóxicas, condenada a cadena perpetua
Erin Patterson mató a sus exsuegros en 2023, envenenados con hongos tóxicos en una comida a la que también estaban invitados su expareja y unos tíos de él. El tío de la expareja sobrevivió y el que fuera su marido no llegó a acudir a la comida.

La australiana que el pasado mes de agosto fue detenida por haber matado a sus exsuegros y a una tía de su pareja envenenándolos con setas venenosas —después de haber intentado matar al que era su pareja tiempo atrás— ha sido condenada a cadena perpetua, con un periodo sin libertad condicional de 33 años. La sentencia ha sido anunciada este lunes a primera hora en el Tribunal Superior de Victoria (Melbourne), y la ahora condenada tiene 28 días para apelar, tanto el veredicto del jurado que la declaró culpable como la condena decretada por el juez.
El juez encargado del caso, Christopher Beale, explicó que su crimen había implicado una "enorme traición a la confianza", al tratarse todos ellos de parientes políticos. "Es más, todos habían sido buenos con usted y con sus hijos durante muchos años", aseguró el juez, según recogen los medios australianos. La condenada, Erin Patterson, de 50 años, vio así como llegaba a su fin un juicio que ha durado once semanas en el que se ha analizado el caso que implica la muerte de los padres de su exmarido, Don y Gail Patterson, la de su tía, Heather Wilkinson, pero también el intento de asesinato del esposo de esta última, Ian Patterson.
Después de conocer su sentencia, Patterson abandonó el tribunal de camino a la prisión de máxima seguridad para mujeres Phyllis Frost, donde ya estaba recluida. El caso que estaba siendo juzgado giraba en torno a una comida familiar celebrada el 29 de julio de 2023, cuando Erin Patterson sirvió un menú de solomillos Wellington cubierto de setas que, según los informes de toxicología, eran 'amanita phalloides', también conocida como oronja verde, uno de los hongos más letales. En 2017, seis personas perdieron la vida en España por intoxicación por ingesta de estas setas venenosas; un año antes, otro hombre moría en Vigo tras consumir este tipo de hongo.
Según la investigación, podría haber servido, los dos años anteriores al envenenamiento de sus parientes, varios platos —macarrones con carne, curri de pollo y sándwich de verduras— también envenenados a su exmarido, Simon Patterson, que también estaba invitado a la comida de julio de 2023 y quien, finalmente, no acudió a la cita.
Horas después de la comida, empezaron a encontrarse mal. Don, Gail y Heather fallecieron una semana después, mientras que el cuarto envenenado, tío de la expareja de la condenada, sobrevivió después de un mes ingresado en un centro hospitalario. Durante el juicio, el juez hizo hincapié en el impacto que tuvo el envenenamiento en los familiares de las víctimas. Uno de los hijos de Don y Gail, por ejemplo, aseguró que ver a sus padres sufrir por una intoxicación tan grave le provocó "conmoción, dolor y un importante trauma". El hijo de las otras dos víctimas (una de ellas, el superviviente), David, recuerda a su madre "desesperada por beber agua" mientras le decía que le "ardían" las entrañas, así como la tortura de su padre: "[Tenía los] labios negros, el rostro demacrado y expresión de dolor".
El hecho de que no se le permita solicitar la libertad condicional hasta pasados 33 años de su condena es muy relevante: hasta que Erin Patterson tenga más de 80 años, no tendrá ninguna posibilidad de salir de prisión, siempre y cuando no recurra o los recursos que se presenten no sean admitidos o sean rechazados.