Norma pionera
Australia sigue su cruzada contra las redes y prohíbe el acceso a Youtube a los menores de 16 años: "Está causando daño social"
El contexto A partir del mes de diciembre los adolescentes no podrán contar con cuentas en esta red social, que se suma a Instagram, TikTok, X o Facebook. La Ley de Edad Mínima para Redes Sociales es la primera sobre este ámbito en el mundo.

Resumen IA supervisado
Australia ha decidido incluir a YouTube en su Ley de Edad Mínima para Redes Sociales, que prohíbe el acceso a menores de 16 años. Esta normativa, pionera a nivel mundial, busca proteger a los jóvenes del daño social causado por las redes. El primer ministro, Anthony Albanese, destacó casos trágicos de jóvenes que se suicidaron tras sufrir acoso en redes, subrayando la responsabilidad social de estas plataformas. La normativa, que también afecta a Instagram, TikTok, X y Facebook, exigirá herramientas de verificación de edad. Mientras algunos ven la medida como valiente, otros temen que aísle a los jóvenes o los lleve a entornos digitales más inseguros.
* Resumen supervisado por periodistas.
Australia ha comenzado su particular cruzada contra las redes sociales. El país decidió este miércoles añadir a la plataforma Youtube a su Ley de Edad Mínima para Redes Sociales, anunciada el pasado mes de noviembre y por la que los menores de 16 años no podrán acceder a la plataforma. Este normativa es la primera en el mundo en este ámbito.
Según datos del propio país, el 37% de los menores entre 10 y 15 años están expuestos a contenido dañino en la plataforma, mientras que cuatro de cada diez menores australianos sufrieron daño digital.
"Sabemos que las redes socialesestán causando daño social y estamos dispuestos a tomar medidas para proteger a los jóvenes australianos", sentenciaba el primer ministro australiano, Anthony Albanese, en un comunicado, también lanzado en la red social X, y donde presenta el caso de tres familias que perdieron a sus hijos por las plataformas: se suicidaron tras sufrir acoso en redes sociales.
"Ningún padre debería perder un hijo a esa edad", aseveró el primer ministro, que también especificó que la normativa entrará en vigor a partir del mes de diciembre. "La forma en que se construyen estas plataformas puede perjudicar a los niños mientras todavía están encontrando su propio camino. Las empresas de redes sociales tienen una responsabilidad social", agregó.
Los casos de Mia, Rob y Emma, padres que vieron cómo sus hijos ponían fin a todo después de sufrir la presión de este tipo de sitios web, ha servido al Gobierno del país para dar pasos hacia adelante con su pionera su normativa, en la que también se incluyeron el mes pasado otras plataformas como Instagram, TikTok, X o Facebook. Todas ellas y también Youtube tendrán que incorporar herramientas de verificación de edad que eviten que los menores de 16 años puedan continuar accediendo a sus contenidos.
"Libres de algoritmos para crecer"
Según el primer ministro, los jóvenes australiano podrán ser durante tres años más -hasta la mayoría de edad- , "conectarse y desarrollar resiliencia en el mundo real". En este sentido, la ministra de Comunicaciones, Anika Wells, también ha señalado que esta medida se lleva a cabo porque en el país "no hay lugar para los algoritmos depredadores y eso es lo que se está combatiendo".
Según Wells, para la adicción a las redes sociales "no hay cura", pero, en su opinión, "este es un plan de tratamiento y es demasiado importante como para no darle una oportunidad". Para la ministra, intentar que los jóvenes dejen las redes es "como intentar enseñar a los hijos con corrientes y tiburones".
En palabras de expertas como Mar España, directora de la plataforma Control Z, "las cuentas de menores no vienen configuradas por defecto en privacidad, así que están expuestos a cualquier persona, incluidos pederastas que pueden enviar con tenido dañino". Para ellas, es inadmisible dejar que "el segundo momento de poda neuronal, que es la adolescencia, sea establecido pon influencers y plataformas".
Según Emily Lawrenson, gerente de Comunicación de Qustodio, el de Youtube "es un algoritmo programado para que el niño permanezca ahí que ofrece contenido que puede ser no apropiado para su edad" e insiste en la necesidad de educar. "Tenemos más conocimientos sobre estas herramientas y el daño que realmente pueden llegar a hacer".
Australia se ha convertido así en el laboratorio global de un experimento de control digital que algunos aplauden como valiente y capaz de salvar vidas, mientras que otros, en cambio, ven como una ofensiva anacrónica.
Google ha respondido a la medida alegando que su sitio de vídeos no debería ser tratado como una red social, ya que su principal función es la distribución de contenidos abiertos, con fuerte presencia educativa y cultural. Por su parte, Unicef Australia teme que los menores se desplacen a entornos digitales más inseguros y varias voces ya han alertado de los riesgos de aislar a jóvenes que dependen de estas plataformas para sostener vínculos sociales o emocionales.