El aeropuerto de El Prat ha amanecido repleto de cuerpos de seguridad: antidisturbios con metralletas, mossos d´esquadra y la unidad de la Guardia Civil en cada esquina. Por su parte, en Madrid cientos de viajeros también han sido custodiados en la T4 de Barajas, donde el incremento de la vigilancia se ha hecho notar.
Tras el atentado de Niza, el Ministerio del Interior ha reforzado la seguridad en los aeropuertos, a pesar de mantener el nivel 4 de alerta antiterrorista. El mismo escenario policial había en las estaciones de tren de Atocha de Madrid y Santa Justa en Sevilla, al ser lugares turísticos y de afluencia masiva que han requerido reforzar la vigilancia.
En Cataluña, el conseller no ha querido dar las pistas de cuáles van a ser esos puntos. Santiago de Compostela, por su parte, amanecía más blindada y con dispositivos en todas las calles para poder garantizar la tranquilidad en las fiestas de ' El Apostol'.
Además de esto, en los puntos fronterizos se han reforzado los controles, donde se han observado colas kilométricas en la Junquera para entrar en Francia debido a diversos atascos. La misma precaución se podía ver en el paso fronterizo de Biriatú, entre Francia y Guipúzcoa, donde la Guardia Civil está colaborando con la gendarmería.