Los casi dos millones de habitantes de Gaza están prácticamente sin suministro eléctrico. Es la consecuencia directa del ataque de Israel a la única planta eléctrica de la Franja. Un castigo indiscriminado que va mucho más allá de la operación contra Hamas que defiende el gobierno de Netanyahu. Un nuevo zarpazo que complica, todavía más, el día a día de los gazatíes.