AstraZeneca y la Comisión Europea han publicado su contrato de vacunas, firmado por las dos partes el pasado 27 de agosto de 2020. Después de que ambas entidades hayan protagonizado estos últimos días un creciente rifirrafe por la falta de dosis a entregar, finalmente, entre cruces, reuniones (y alguna que otra amenaza), el documento se ha hecho público.

No obstante, el contrato, que puedes consultar en esta noticia, contiene multitud de piezas censuradas. De hecho, todavía se desconocen los aspectos importantes del texto, como el número de dosis que deberían distribuirse cada mes o su coste, entre otros datos que forman parte de las facturas.

De este modo, el dato principal que ha suscitado toda la polémica entre la UE y AstraZeneca sigue siendo una incógnita. Tampoco se conoce cuánto le ha costado a la compañía confeccionar sus vacunas o cuánto han tenido que pagar los estados miembros.

Ahora bien, sí hay algunos datos interesantes que se pueden apreciar en el documento. En este sentido, destaca por encima de todas la cláusula de "Centros de producción". En ella, se indica que la plantas del Reino Unido sí pueden ser utilizadas para la distribución. Así se zanja otro aspecto polémico, debido a que el exmiembro comunitario ha tenido acceso a estas vacunas antes que nadie.

Sin embargo, desde AstraZeneca han argumentado que esto era algo comprensible, debido a que el Reino Unido ha sido el primer país en utilizar la vacuna. También es el que más fábricas ha destinado a su producción (dos en total). Incluso una universidad británica, como es Oxford, ha trabajado codo con codo junto a la farmacéutica para sacar la inyección.

La polémica cláusula del "mejor esfuerzo"

En el contrato compartido por la compañía, hay un apartado que el CEO de AstraZeneca ha utilizado para justificar la falta de vacunas. Se trata de la cláusula del "mejor esfuerzo", que compromete a la entidad a "desarrollar la capacidad de fabricar 300 millones de dosis de la vacuna, sin ganancias ni pérdidas para AstraZeneca".

Así, el número uno de la farmacéutica, Pascal Soriot, aseguró este martes que dicha cláusula no compromete a la empresa con un calendario específico. Pero desde la UE dicen todo lo contario: la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha expresado hoy en una entrevista con la radio alemana Deutschlandfunk que ese apartado del documento solo era válido mientras no estuviera claro si AstraZeneca podría desarrollar una vacuna.

Ahora bien, ¿qué pone en el contrato? Con el documento actual en la mano, no se puede saber: las partes que hablan de la cantidad de vacunas comprometidas están completamente tachadas. No obstante, por el propio texto, sí se puede intuir que hay una contradicción en las declaraciones de Soriot. En la página 11 del documento se especifica que AstraZeneca debe distribuir una cierta cantidad de dosis en 2020, así como otra cantidad en el primer cuarto. Como decimos, los números no se pueden saber.

"Sabemos exactamente lo que hay en el contrato, y por eso es importante para nosotros que se haga público", ha indicado esta mañana la presidenta de la CE, que rechaza los argumentos de la empresa anglosueca en relación con el retraso en el suministro.

"Ese tiempo ha pasado. La vacuna está ahí. Con el desarrollo de una vacuna que funcione y que sea segura, hay cantidades de entrega muy claras, tanto para diciembre del año pasado como para los trimestres: el primero, el segundo y tercero. Están en el contrato", afirma la dirigente.