El presidente de Siria, Bashar al Assad, se ha comprometido a entregar y destruir las armas químicas en manos de su Gobierno, pero ha advertido de que será una operación "muy complicada" que podría llevar al menos un año y podría costar 1.000 millones de dólares.

"La semana pasada nos unimos a la Convención sobre Armas de Destrucción Masiva, lo que implica no fabricarlas, no almacenarlas, no usarlas y deshacerse de ellas, es decir, destruirlas", ha dicho, en una entrevista concedida a la cadena estadounidense Fox.

Al Assad ha negado que la decisión de ratificar este tratado internacional sea una "táctica dilatoria". "Cuando te unes a un mecanismo de este tipo tienes que cumplirlo y, de acuerdo con la historia de Siria, nunca hemos acordado algo y no lo hemos cumplido. Nunca", ha argumentado.

Así, ha considerado que "no se trata de que el presidente (estadounidense, Barack) Obama, confíe". "En las relaciones internacionales hay mecanismos para controlar el cumplimiento de los acuerdos que están basados en criterios objetivos, por lo que la decisión de confiar no depende de las relaciones personales", ha añadido.

En concreto, se ha referido a la posibilidad de que, en caso de incumplir el acuerdo para el desarme químico de Siria, el Consejo de Seguridad habilite las sanciones contempladas en el capítulo siete de la Carta de Naciones Unidas, que incluyen el uso de la fuerza, limitándose a señalar que "es una decisión política de los grandes países".

Si bien, ha advertido que, a pesar de la disposición de su Gobierno, no será un proceso rápido, como se ha dicho, sino que se trata de "una operación muy complicada técnicamente" que "necesitará un año, o quizá un poco más, y mucho dinero, unos 1.000 millones (de dólares)".

"Nosotros no tenemos ningún problema (con cumplir el acuerdo). Lo único que tenemos que hacer es dar información (sobre nuestro arsenal químico) y permitir el acceso a nuestras instalaciones. Lo podemos hacer mañana mismo. El problema es cuánto se tardará en destruirlo. No es una cuestión de voluntad, es una cuestión técnica", ha subrayado.

Interrogado sobre las distintas fases del proceso de desarme químico, en primer lugar, se ha comprometido a entregar las armas químicas de Siria "a cualquier país que esté dispuesto a correr el riesgo de destruirlas", incluido Estados Unidos.

"No tenemos condiciones. Si la administración estadounidense está dispuesta a pagar el dinero y a asumir la responsabilidad de llevarse materiales tóxicos ¿Por qué no? Pero, por supuesto, en cooperación con Naciones Unidas", ha subrayado.

Además, ha desmentido que haya un acuerdo secreto con Rusia para que garantice la seguridad de Siria a cambio de que se deshaga de sus armas químicas. "No lo necesitan", ha aseverado. "El papel ruso en ha sido muy eficiente. No se trata solo de guerra, sino de política", ha explicado.