Rusia emplea todo tipo de armamento para mermar la resistencia ucraniana, especialmente en Mariúpol. Una de las armas que están utilizando es un misil capaz de borrar de una sola detonación a una manzana entera.

Se trata de misiles termobáricos, los cuales generan una onda expansiva que llevan una presión y una temperatura altísimas. Ucrania lleva días insistiendo en la necesidad de cerrar el espacio aéreo sobre el país, algo que, según el presidente del Consejo Supremo ucraniano, puede "poner fin a la muerte y destrucción" que están sufriendo.

El Ayuntamiento de la ciudad ha denunciado el bombardeo efectuado sobre una escuela de arte que estaba siendo utilizada de refugio por más de 400 personas. "Se sabe que el edificio ha sido destruido y los civiles todavía están bajo los escombros. Se está especificando información sobre el número de víctimas", aseguran en un comunicado.

Añaden que las tropas rusas están llevándose a sus ciudadanos a Rusia, siendo deportados contra su voluntad. Explican que las tropas de Putin se han refugiado en un club deportivo donde más de 1.000 ucranianos se escondían de los bombardeos, situación que han podido "utilizar" para "secuestrar" a "varios miles de residentes" de la ciudad.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, afirma que la situación que se vive en Mariúpol "pasará a la historia de los crímenes de guerra", recordándose "durante siglos". Las brigadas de defensa que aún quedan en la ciudad presumen de formar parte de esa resistencia, pero la realidad es que cada vez queda menos que salvar.