Todos los comercios, salvo bares y restaurantes, podrán abrir en Francia a partir del 11 de mayo, fecha de comienzo de la desescalada ante la pandemia del coronavirus, mientras que la vuelta a las aulas se hará de forma progresiva y en función de los cursos.

El primer ministro francés, Édouard Philippe, ha anunciado ante la Asamblea Nacional que los comercios deberán limitar el número de personas presentes a la vez en sus establecimientos y garantizar la distancia de un metro.

Respecto a los colegios, los primeros en reincorporarse serán los alumnos de infantil y primaria a partir del 11 de mayo, mientras que los de los primeros cursos de secundaria lo harán desde el 18 de mayo, y la situación de los de últimos años de secundaria y bachillerato se evaluará al final de mayo.

Los comercios deberán limitar el número de clientes para garantizar un metro de distancia

Si bien, Édouard Philippe ha advertido de que, si no se mantiene el descenso durante el número de contagios, no descartan comenzar la fase de desconfinamiento más tarde de la fecha anunciada. Y es que, ha explicado que en los últimos días se han detectado tendencias "menos favorables", lo que podría prolongar la primera fase hasta el 2 de junio.

Por otro lado, el Gobierno galo ha suspendido la liga de fútbol, destacando que "la temporada no se puede reanudar", debido a las condiciones sanitarias de la pandemia. Tampoco se podrán celebrar, mínimo hasta septiembre, eventos masivos culturales o cualquier acto que congregue a más de 5.000 personas.

Philippe sí ha avanzado que será posible practicar actividades al aire libre más allá del límite de un kilómetro autorizado hasta ahora, si bien ha insistido en que no podrán efectuarse ni deportes colectivos ni de contacto, así como tampoco la práctica de deportes en lugares cubiertos. Una prohibición que impide que los equipos puedan volver a los entrenamientos.

Estas son las fases que se contemplan

La estrategia de desescalada será "progresiva" y diferenciada por departamentos, que serán divididos en "rojos" y "verdes" en función de la incidencia de la pandemia en cada uno de ellos. Para ello, el 7 de mayo se evaluarán tres criterios para decidir si la desescalada se practica de forma amplia -en los departamentos "verdes"- o restringida -en los "rojos"-, si la circulación del virus sigue activa, si la capacidad de las unidades de cuidados intensivos está bajo presión y si el sistema local de test de detección está listo.

Según el Gobierno francés, la base del proceso será "proteger, testar y aislar", para lo cual recomendó el uso generalizado de mascarillas -aunque solo serán obligatorias en transporte público-, y ha anunciado 700.000 pruebas virológicas a la semana, que se practicarán a todos aquellos que hayan estado en contacto con los positivos.

El tercer pilar pasará por aislar a los contagiados, en sus domicilios o en hoteles puestos a su disposición por el Estado. En este sentido, Philippe ha explicado que la nueva etapa será reevaluada a finales de mayo, cuando se decidirá si se sigue la desescalada o se vuelve hacia atrás.