Acaba de apuñalar a una viandante y ha intentado agredir a más sin éxito al grito de "alá es grande". Lleva, incluso, restos de sangre en su sudadera mientras sigue sembrando el pánico en pleno corazón financiero de Sidney.

Un hombre con una silla, un bombero con un hacha y otros ciudadanos forman una improvisada patrulla urbana, mientras él grita "disparadme". Entonces, comienza una tensa persecución que dura varios minutos.

Finalmente, logran apresarle y le inmovilizan con una cesta en la cabeza y con la silla en el tronco. "Que te jodan pedazo de mierda, la acabas de apuñalar, perro", le grita un testigo al que, fruto de los nervios, tienen que frenar para que no le agreda.

Incluso amordazado el delincuente se muestra retador ante los medios, aunque parece ido cuando la Policía se le lleva esposado con los pantalones bajados.

"El agresor estaba solo, no tiene cómplices. Así que no hay ninguna amenaza", ha explicado un agente de Policía, que ya ha descartado el móvil terrorista e investiga si es un hombre radicalizado o solo tiene problemas mentales,

La mujer apuñalada está estable, pero las autoridades creen que agresor habría asesinado a otra mujer poco antes de propagar el caos en el corazón financiero de Sidney.