Es el debate que no tiene final en Estados Unidos. El control de armas sacude al país cada vez que se produce un tiroteo, algo que por desgracia cada vez es más habitual. Es algo tan normalizado que vemos a candidatos políticos en campaña portando armas o sacándolas de su bolso, como fue el caso de Kay Ivey, que 'presumió' de Wesson 38 junto con su pintalabios y su teléfono móvil.

Todos ellos están apoyados por la Asociación Nacional del Rifle, uno de los principales lobbies del país. El investigador Julio Cañero explica en el vídeo que, para ellos, todo se resume a una cuestión psicológica, achacando trastornos a quienes cometen estos crímenes.

Pese a los obstáculos que algunos estados intenten poner, llevar armas está protegido por la Constitución. Los ataques han credido en los últimos años, con 213 solo en lo que llevamos de 2022, una tendencia que va al alza por la entrada de las armas automáticas en la ecuación.

Para el profesor Javier Auyero, todo se trata de una "disputa ideológica frente a la ciencia" como lo han sido la pandemia de coronavirus o la vacunación. El debate se reabre cada vez que ocurre una matanza, pero nunca hay cambios; es más, como comenta Auyero, puede haber cambios que faciliten incluso más el uso de armas: "No me extrañaría que permitan el acceso a armas en menores de 18 en unos años".

En Texas, los republicanos bajaron la edad y permitieron que jóvenes como Salvador Ramos, con 18 años, pudieran conseguir un rifle y asesinar, como hizo él esta semana, a 19 niños y dos profesoras en una escuela.