Otra vez un joven marginal convertido en 'lobo solitario'. El Gobierno francés ha identificado al terrorista de Trèbes como Redouane Lakdim, un veinteañero de origen marroquí fichado como delincuente común-ni siquiera tenía permiso de armas- y por menudeo de drogas.

"Le habíamos vigilado y no creímos que hubiera indicios de radizalización", declara Gerard Collomb, ministro del Interior de Francia.

Aunque fuentes de la Inteligencia francesa le han contado a Le Parisien que se había vuelto muy activo en redes salafistas y habría viajado a Siria.

Al parecer, Lakdim idolatraba a Salah Abdeslam, uno de los terroristas de París. Su liberación habría reclamado, según testigos, durante la toma de rehenes. El Dáesh no ha tardado en apuntarse el tanto y le ha reivindicado como soldado del califato: "Que ha actuado respondiendo a nuestras llamadas a atacar a los países de la coalición".

Una reivindicaión todavía por comprobar. "Estamos pagando el precio de ser conscientes de la gravedad de la amenaza terrorista. Nuestros soldados desplazados se juegan la vida por reducir esta amenaza que nos llega de Irak y Siria", señala Emmanuel Macron, presidente de Francia.

Francia mantiene el nivel de alerta terrorista mientras los investigadores vuelven sobre los rastros de Lakdim, buscan posibles conexiones, como de quién sacó el arma, y registran la casa que compartía con su familia y hermanas en Carcasonne, de donde hoy partió para el ataque.