Una mujer con una amplia experiencia en política. En sí misma, representa una mezcla cultural: de padre jamaicano y madre india. Es la primera política negra y de origen asiático que aspira a la vicepresidencia de los Estados Unidos en uno de los dos grandes partidos. Ella es Kamala Harris, la gran apuesta de Joe Biden de cara a las próximas elecciones del 3 de noviembre.

Pese a ser una decisión histórica, no es en absoluto descabellada si atendemos a la estrategia del Partido Demócrata. El anuncio, a diferencia de su repercusión, ha sido discreto: el candidato a la presidencia ha optado por Twitter como escaparate: "Tengo el honor de anunciar a Kamala Harris como candidata a la vicepresidencia", escribía Biden.

"Observé cómo se enfrentaba a los grandes bancos, levantaba a los trabajadores y protegían a mujeres y niños del abuso. Entonces estaba orgulloso y ahora estoy orgulloso de tenerla como mi socia en esta campaña", confiesa.

Harris siempre ha tenido los ojos puestos en los altos cargos de Washington: graduada en Ciencias Políticas y Economía en Howard University, una de las universidades afroamericanas por excelencia, destacó por su lucha contra el crimen, hecho que propició su elección como fiscal general de California en segunda vuelta, en el año 2003. Un cargo para el que fue reelegida en 2007 con el 98 % de los votos.

La fulgurante carrera de Harris a la Casa Blanca: de la sorpresa a la nada

La mano dura precede a esta candidata. Ha protagonizado múltiples intervenciones en el Senado cuyo tono ha hecho tambalear hasta las sillas de la cámara. "¿Me puede dar una respuesta de sí o no? Depende de si le da la gana responder”, así de contundente se dirigía a sus rivales del Capitolio.

También ha resonado en los medios por su malogrado intento de optar a la presidencia de la Casa Blanca. ¿Qué falló? Según la propia Harris, el dinero: "Mi campaña para presidenta sencillamente no tiene los recursos financieros que necesitamos para continuar", explicaba en un comunicado en diciembre de 2019.

Según la cadena norteamericana CNBC, Harris, en su inicio de campaña, sorprendió a todo el mundo. Con felicitaciones a diestro y siniestro, —Donald Trump incluido—, se había postulado como la única candidata negra que había estado alguna vez en lo más alto de las encuestas. No obstante, todo esto se truncó rápidamente, en buena parte, según la BBC, por su indecisión a la hora de optar por posturas más moderadas.

Asumida su derrota, el mes de marzo fue un momento clave para el viraje de los acontecimientos: Harris ofreció su apoyo al exvicepresidente Biden, asegurando que haría todo lo que estuviera en su mano "para ayudarle a convertirse en el próximo presidente de Estados Unidos". Y lo ha vuelto a decir el mismo día del anuncio de su candidatura: "haré lo que sea necesario", escribía en un tuit.

Obama, sobre Harris: "Está más que preparada para el trabajo"

La decisión de Joe Biden ha resultado un varapalo para el sector más próximo a la socialdemocracia del Partido Demócrata que, pese a haber estado ganando influencia y escaños en los últimos años, ve cómo el "establishment" ha vuelto a imponer su voluntad.

El expresidente Barack Obama ha querido mostrar su apoyo a través de un comunicado en redes sociales: "Joe Biden lo ha clavado con su decisión. Al elegir a la senadora Kamala Harris como la próxima vicepresidenta ha puesto en evidencia su juicio y carácter", escribía Obama en Twitter.

"Elegir un vicepresidente es la primera decisión importante que toma un presidente", comienza el texto del expresidente, y continúa: "Cuando estás en el Despacho Oval, sopesando los problemas más difíciles, y la decisión que tomes afectará a las personas de todo el país: necesitas a alguien a tu lado con juicio y carácter para que te ayude a tomar la decisión correcta", confiesa Obama.

"Conozco a la senadora Harris desde hace mucho tiempo. Está más que preparada para el trabajo", asegura el expresidente, quien dirigió el país durante dos mandatos junto al candidato a la presidencia, Joe Biden.