Su mote no deja lugar a dudas de por qué el presidente de Rusia, Vladímir Putin, lo ha escogido como nuevo jefe de operaciones militares. Alexander Dvornikov, el 'carnicero de Siria', dirigió entre 2015 y 2016 las tropas rusas en Siria. En ese tiempo lideraron 10.000 ataques aéreos en zonas densamente pobladas por civiles.
Para EEUU la elección de este militar es sinónimo de más brutalidad y de una política de tierra quemada en Ucrania, llevando una mayor destrucción al país después de fallar en su intento de conquistarla. Este es un intento de conseguir una mayor cohesión y brutalidad de los efectivos de Moscú.
A juicio del codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), Jesús Núñez Villaverde, Rusia está intentando enmendar sus errores tras 47 días de campaña en Ucrania. "No han conseguido coordinar los distintos frentes ni se preocupó de conseguir el dominio del espacio aéreo", ha explicado en Al Rojo Vivo.