Marine Le Pen escenifica su apoyo al sector agrario subida a bordo de un tractor, y el también ultraderechista Viktor Orbán envía un mensaje similar cuando se reúne en Bruselas con los agricultores que protestan contra la Unión Europea. En este sentido, Carme Colomina, investigadora de CIDOB explica que "lo que hace la extrema derecha es capitalizar los miedos, ya sea el miedo a la inmigración, el miedo a la transición ecológica...".

En Italia, Alemania, Polonia, Irlanda o Grecia miles de tractores han tomado las carreteras durante las últimas semanas, y la extrema derecha se ha posicionado con ellos tras las barricadas. "No hay un campo que mejor controle la ultraderecha que el de las emociones. Toda la retórica populista se basa en esa brecha campo-ciudad, el buen pueblo frente a las élites de Bruselas...", señala Miriam Martínez-Bascuñán, profesora de Ciencia Política en la UAM.

La presión empieza a surtir frutos. Y es que la Comisión Europea ha propuesto flexibilizar algunos requisitos de la Política Agraria Común. "Estamos viendo una cierta regresión en el compromiso climático. No solo la extrema derecha, sino que también el Partido Popular Europeo ha intentado empezar a pisar el freno", indica al respecto Carme Colomina, investigadora de CIDOB.

Un reciente sondeo indica que Identidad y Democracia, el grupo de extrema derecha en la Eurocámara, podría pasar de quinta a tercera fuerza política en las elecciones del 9 de junio. Ante esta situación, Martínez-Bascuñán defiende que "se tiene que dejar claro que el modelo ecológico no solo es más virtuoso, sino también más conveniente, y esto se tiene que poner en contraste con el proyecto 'Lepenista'".

La extrema derecha sigue azuzando el fuego, pero también hay líderes agrícolas que se desmarcan y piden despolitizar el conflicto.