Antonio César Fernández se definía a sí mismo como un hombre de vocación y sólo unas horas antes de morir aseguraba en un vídeo que han sido los jóvenes los que se la habían dado. "Son los jóvenes de los distintos lugares del mundo en los que he estado los que me han enseñado a ser salesiano", se le escucha decir.

Según nos cuenta su congregación, por ellos ha trabajado incansablemente toda su vida dedicado a la educación en diferentes países para los más jóvenes.

Antonio, de 72 años, ha sido misionero en África desde 1982, el primero en Togo. Este viernes regresaba de este país subsahariano a su comunidad en Burkina Faso cuando su coche fue asaltado por un grupo yihadista. "Asaltaron el coche y cogieron a Antonio. Después se lo llevaron al bosque y allí fue donde lo asesinaron", cuenta el presidente de la Fundación Jóvenes y Desarrollo Misiones Salesianas.

Con él iban otros dos religiosos que sobrevivieron al ataque, que ocurrió a 40 kilómetros de la frontera sur de Burkina Faso. El Gobierno de España ha anunciado que solicitará a las autoridades de este país de África occidental la apertura de una investigación que aclare las circunstancias de este asesinato.

Pedro Sánchez ha mostrado sus condolencias a "familia y amigos del misionero asesinado" en un tuit.