El envío de paquetes bomba a personalidades demócratas de Estados Unidos sigue, con tres nuevos artefactos dirigidos al exvicepresidente Joe Biden y el actor Robert de Niro, con lo que suman ya diez, en lo que las autoridades han calificado de "terrorismo".

Biden y De Niro, que han expresado en numerosas ocasiones su rechazo al actual Gobierno, se unieron a la lista de nueve destinatarios de sobres similares. En el caso de Biden, las autoridades informaron de que fueron dos los artefactos enviados a su residencia: el primero fue interceptado en New Castle y el segundo fue localizado en una oficina postal de Wilmington, ambas localidades situadas en el estado de Delaware.

El dispositivo mandado a De Niro fue detectado por la policía de Nueva York en un local propiedad del artista. El alcalde de esa ciudad, Bill de Blasio, el jefe de la policía local, James O'Neill, y representantes del FBI y de las agencias de inteligencia ofrecieron datos en una rueda de prensa en el centro de mando policial sobre esta investigación "a nivel nacional".

De Blasio y O'Neill enfatizaron la importancia de la colaboración ciudadana para esclarecer el caso, que abarca un total de diez "dispositivos sujetos de ser explosivos" interceptados en diferentes lugares del país y cuyos análisis se centralizan en la sede del FBI en Quantico (Virginia).

Preguntado por informaciones de prensa que apuntaban que el origen de los paquetes era Florida, el responsable del FBI en el caso, William Sweeney, evitó confirmar o desmentir, y solo declaró que "algunos" fueron enviados a través del correo.

Sweeney explicó que la investigación está en una etapa temprana y se están analizando los dispositivos, pero descartó que el polvo blanco contenido en un sobre junto al paquete hallado el en la sede de la cadena de televisión CNN, en Nueva York, "presente una amenaza biológica", aunque está siendo sometido a pruebas.

La situación ha llevado a las autoridades neoyorquinas a incrementar la presencia tanto policial como militar en puntos clave de la urbe, como la estación Grand Central o el Rockefeller Center. El goteo de paquetes bomba de aspecto casero comenzó el pasado lunes, cuando el multimillonario y filántropo George Soros recibió uno en su residencia, en el estado de Nueva York.