La oficina del gobernador de la región de Mahabad amanecía este jueves en llamas. Fue incendiada por una multitud enfurecida tras la muerte anoche de un joven manifestante en el día en el que se cumplían 40 días de la muerte de la joven Mahsa Amini.

Pero no fue el único asistente que perdió la vida. Otro hombre murió de un disparo en la cabeza en Zanjan. Mientras tanto, los manifestantes de Teherán recibieron disparos. También hicieron frente al fuego los ciudadanos que grababan las protestas desde sus casas y los 10.000 peregrinos que marcharon a la tumba de Mahsa Amini.

Según el canal de televisión Al Arabiya, miembros de la familia de Amini han sido puestos bajo arresto domiciliario. A pesar de ello, miles de iraníes siguen desafiando al régimen, como la mujer que aparece en el vídeo de portada sin velo.

La ONU pide una investigación internacional urgente y una sesión especial del consejo de seguridad. Desde la organización condenan la brutal represión que deja al menos 141 asesinatos de civiles, además de violencia física y sexual contra niñas. "Vemos estas violaciones como parte de una continuada discriminación de género, contemplada por leyes, políticas y estructuras sociales, que ha sido devastadora para mujeres y niñas en ese país durante décadas", expresaron expertos de la ONU en un comunicado.

En este contexto, Estados Unidos ha alertado de que Rusia podría asesorar a Irán sobre cómo reprimir las protestas. Mientras tanto, el presidente Raisi defiende que estas protestas son caldo de cultivo para atentados terroristas, como el anoche en una mezquita en la ciudad de Shiraz en el que murieron quince personas.