Fuerzas de la lucha antiterrorista han arrestado a cinco hombres que se habían infiltrado en Túnez desde la vecina ciudad libia de Sabratah y que, se sospecha, planeaban atentar en este país.
En un comunicado, el Ministerio de Interior ha explicado que los cinco sospechosos, todos ellos de nacionalidad tunecina, fueron detenidos en la localidad de Ben Guerdan, situada a unos 50 kilómetros de la frontera con Libia. Los presuntos yihadistas habían recibido formación militar en Sabratah y allí, formaron una célula que se trasladó a Túnez para cometer atentados, ha añadido.
Estas detenciones se producen 24 horas después de que aviones de combate estadounidenses bombardearan dos edificios en la citada ciudad libia y mataran a 43 personas, 37 de ellas de nacionalidad tunecina. Según el comando central estadounidense, el objetivo del ataque era Nourdine Chouchane, un radical tunecino al que se acusa de ser uno de los cabecillas de la rama libia del grupo yihadista Estado Islámico.
Las autoridades tunecinas han acusado a Chouchane, cuyo destino aún se desconoce, de ser el instigador de dos de los tres atentados que en 2015 segaron en Túnez la vida de 72 personas, 60 de ellas turistas extranjeros.
Los tunecinos constituyen la primera nacionalidad de combatientes extranjeros que se han unido al Estado Islámico en Siria e Irak con más de 5.000 voluntarios, según las cifras más conservadoras. Se calcula que cerca de un 10% de ellos ha regresado al país y a través de su frontera han entrado en Libia, donde lideran diversas células.
Los arrestos en Ben Guerdan se producen el mismo día en el que las fuerzas antiterroristas tunecinas han arrestado a otras seis personas en un barrio del extrarradio de la capital por su presunta pertenencia a un grupo que planeaba atentar contra objetivos de seguridad.