En estos comicios se renovará la mitad de la Cámara de Diputados, lo que equivale a 127 escaños, y un tercio del Senado, es decir, 24 asientos, para un mandato de cuatro y seis años, respectivamente, aunque ambas sedes legislativas se renuevan parcialmente cada dos años.
Los resultados decidirán el control político del Congreso, que actualmente se reparte entre la cámara baja, donde domina la coalición gobernante del presidente Mauricio Macri, Cambiemos, y el Senado, con hegemonía opositora.
Los sondeos sobre intención de voto auguran que el oficialismo repetirá la victoria que obtuvo en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que se celebraron el pasado 13 de agosto. Entonces, Cambiemos fue el partido político más votado a nivel nacional.
Sin embargo, igual que en las PASO, en estas 'midterm' la principal batalla se librará en la provincia de Buenos Aires, no solo por ser la mayor circunscripción electoral de la nación suramericana, con diez millones de habitantes, sino porque Fernández de Kirchner aspira a ocupar un escaño en el Senado.
En el simulacro de agosto, Esteban Bullrich, candidato de Cambiemos al Senado, se impuso en la plaza bonaerense por un puñado de votos, asestando un duro golpe a Fernández de Kirchner: se adjudicó la nominación de su nueva alianza electoral para la cámara alta, pero quedó relegada al segundo puesto en la provincia.