La Policía paquistaní ha detenido a más de un centenar de personas relacionadas con el asesinato de un ciudadano de Sri Lanka acusado de blasfemia.
Las fuerzas de seguridad han detenido a entre 110 y 145 personas, según fuentes policiales a la agencia DPA y al diario 'Dawn', por la brutal muerte de Priyantha Kumara, gerente de una fábrica de ropa en Sialkot que este pasado viernes fue apaleado hasta la muerte y su cadáver acabó incendiado por sus empleados.
En reacción al "horrible ataque de los justicieros", el primer ministro de Pakistán, Imran Jan, describió el viernes como un "día de vergüenza" para el país. "Estoy supervisando las investigaciones y que no haya ningún error, todos los responsables serán castigados con la máxima severidad de la ley. Los arrestos están en curso", ha hecho saber en su cuenta de Twitter.
Incluso grupos islamistas como el Tehrik Labaik Pakistan, impulsor de leyes antiblasfemia en el país, han condenado el incidente, en cuya investigación también están participando las autoridades diplomáticas de Sri Lanka.
La Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, en un comunicado, exigió una investigación inmediata y transparente sobre el incidente, diciendo que no solo los perpetradores deben ser llevados ante la justicia, sino que el estado también debe poner fin a su connivencia con elementos de extrema derecha.
"El salvajismo impensable con el que una turba de Sialkot ha torturado hasta la muerte a un hombre de Sri Lanka y ha quemado su cuerpo por unas endebles acusaciones de blasfemia debería traer a casa de una vez por todas la cruda realidad de la radicalización en espiral en Pakistán. Lamentablemente, la respuesta del estado ha sido cobarde en el mejor de los casos y cómplice en el peor", ha lamentado.