Andrew Pask tenía 25 años. Tras las inundaciones que dejó el huracán Harvey, decidió ir a rescatar al gato que su hermana había tenido que dejar atrás en su huida. Acompañado por su amigo Sean Stuart, ambos comenzó a andar por las zonas inundadas del exterior de la casa hasta que de repente los dos sintieron la sacudida de una corriente eléctrica.
Según ha contado la madre del fallecido, Jodell Pasket, al diario The New York Times, el joven hace varios años se había roto un tobillo y llevaba una placa y clavos. Al sentir la corriente perdió el equilibrio y cayó al lado de una farola encendida. Cuando Sean intentó ayudarle, Andrew le contestó: "No me toques, me estoy muriendo".
"Sabía que si Sean le tocaba también se electrocutaría", ha señalado Jodell. La familia de Andrew se preguntó si podrían haber evitado que fuese a recuperar a la gata. Sin embargo, la madre afirmó: "No importa lo que hubiésemos dicho, él habría ido de todos modos. Esa era su naturaleza".