La invasión rusa de Ucrania se concentra estos días en el este del país. Una circunstancia que Justin Bronk, investigador en el Royal United Services Institute (RUSI), analiza en su última columna para el 'Daily Mail': a su juicio, la concentración de tanques, artillería y aviación rusos en la región del Donbás es "un movimiento desesperado" por parte del ejército de Vladímir Putin, que hasta ahora no ha logrado sus objetivos estratégicos y ha sufrido "bajas brutales".
En este sentido, el experto desglosa cuántas tropas ha enviado el Kremlin hasta ahora a invadir el país vecino y las pérdidas que ha sufrido en el curso de la guerra: en el artículo, publicado el miércoles, cifraba en al menos 2,800 los vehículos rusos destruidos o capturados y estimaba que las bajas entre sus tropas -a falta de una cifra oficial- superan las 40.000 de las aproximadamente 190.000 destinadas inicialmente a Ucrania.
Bronk cita a un alto oficial occidental que recientemente señalaba que 37 o 38 de los aproximadamente 120 grupos tácticos de batallón (BTG, por sus siglas en inglés) enviados por Moscú han resultado tan dañados que no pueden utilizarse en el combate. Una "enorme proporción", en opinión del experto, de los 168 con los que cuenta el ejército ruso sin llevar a cabo una movilización nacional a gran escala. Esta -apunta- sería una opción "políticamente difícil" para el Kremlin, que en todo momento ha insistido de cara a la población rusa en que la invasión de Ucrania es una "operación militar especial".
El investigador insiste en que las bajas en el ejército ruso pueden ser incluso mayores y apunta que Moscú no puede enviar todos los BTG que le quedan disponibles a Ucrania para reemplazar las unidades perdidas en la ofensiva de Kiev, puesto que tiene que seguir defendiendo sus fronteras con la OTAN y además mantener sus despliegues militares en el extranjero, en lugares como Siria.
Así las cosas, Bronk ve en el intento de Rusia de trasladar las unidades que se han retirado del norte de Ucrania al Donbás "una señal de una escasez desesperada de otras opciones". Unidades, añade, que han sido derrotadas y no serán efectivas en combate, y que vienen a reforzar otras que también han sufrido importantes pérdidas.
Una ofensiva determinante para el curso de la guerra
Sin embargo, alerta de que, tras la derrota en el norte, "el Kremlin necesita una victoria contra las fuerzas ucranianas en el este - y pronto". De hecho, Bronk apunta al 9 de mayo como fecha clave, puesto que ese día Rusia conmemora la victoria de la Unión Soviética contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
En su artículo, el analista militar plantea si Rusia podrá conseguir este objetivo, señalando que, si bien el ejército ucraniano ha sufrido también importantes pérdidas, la moral de sus combatientes es superior al estar defendiendo su propio país, aunque avisa de que Ucrania está utilizando armas más rápido de lo que estas llegan desde Occidente.
En cualquier caso, Bronk avisa de que el resultado de la ofensiva rusa en el este de Ucrania será determinante para el curso de la guerra y su duración: si Moscú logra romper las defensas ucranianas en la zona del Donbás, el experto vaticina una "larga y prolongada batalla de desgaste", mientras que, si fracasa, augura posibles "retiradas a gran escala" por parte del ejército ruso.