El viceministro de Asuntos Exteriores del Gobierno de los talibanes, Mohammad Abbas Stanikzai, ha criticado el veto a la educación de las niñas impuesto hace más de dos años en Afganistán, un atípico cuestionamiento público al régimen fundamentalista, que se presenta como un movimiento monolítico.

"Este es el derecho de todos. Este es el derecho natural que Dios y el profeta les han dado, ¿cómo puede alguien quitarles este derecho? Si alguien viola este derecho, será una opresión contra los afganos y el pueblo de este país", afirmó Stanikzai durante un acto de graduación escolar. La crítica fue hecha en un discurso durante una ceremonia que tuvo lugar en Kabul, según un vídeo y declaraciones difundidas este viernes por varios medios afganos, que puedes ver ilustrando estas líneas.

La llegada al poder de los talibanes ha convertido a Afganistán en el único país del mundo que veta a las mujeres de la educación superior. Además, ha prohibido a las niñas recibir educación más allá del sexto grado. El viceministro ha atribuido a esta medida la razón por la que la gente se ha distanciado del régimen que tomó el control del país con mano dura, tras la derrota del gobierno respaldado por Estados Unidos y la retirada de las tropas internacionales.

Stanikzai ha afirmado que una sociedad sin conocimiento es "oscura", según el medio afgano Tolo News. "Hay que intentar reabrir las puertas de las instituciones educativas para todos. Hoy nuestro único problema con los vecinos y el mundo se debe al tema de la educación. Si la nación se está distanciando de nosotros y está enojada con nosotros es por el tema educativo", ha sostenido.

División sobre la 'prisión' a la que someten a las mujeres

Esta postura sugiere la existencia de postura contrarias que dividen el Gobierno de facto de Afganistán, que no ha logrado conseguir el reconocimiento de la comunidad internacional por las violaciones de derechos, principalmente de mujeres. Stanekzai, que completó estudios superiores en una escuela militar en el periodo previo al primer régimen talibán, formó parte del equipo negociador que acordó con EEUU la retirada de las tropas estadounidenses.

A pesar de las promesas de cambio, los talibanes han impuesto una serie de restricciones y prohibiciones crecientes sobre las afganas, desembocando en una situación que se aproxima cada vez más a la situación durante su primer régimen entre 1996 y 2001, cuando las mujeres se vieron excluidas de la vida pública.

Entre el goteo de restricciones impuestas contra las mujeres se encuentra la suspensión a la educación secundaria y universitaria, la obligatoriedad de llevar el rostro cubierto, la segregación por sexos o precisar del acompañamiento de un miembro masculino de su familia para recorridos largos y la restricción para trabajar.