Este fin de semana se celebra la Conferencia de Seguridad de Múnich, una reunión que ve marcada su edición de este año por la crisis entre Rusia y Ucrania. En este encuentro, líderes mundiales han recordado a Putin que se enfrenta a duras sanciones si mantiene su ofensiva. En esa línea, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha pedido un "cambio de rumbo" a Rusia, pidiéndole un alejamiento de la frontera y dejar de "prepararse para la guerra". "La libertad y la democracia están en disputa y la competencia estratégica va en aumento", ha afirmado.

Además, cree que estamos ante "una nueva normalidad para la que debemos estar preparados". A modo de 'recado', Stoltenberg ha comentado los intentos de Moscú de "intentar hacer retroceder la historia para recrear su esfera de influencia", situación ante la que la OTAN permanecerá "unida". Por su parte, la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, ha adelantado medidas económicas que serán "directas, severas y unidas" junto al resto de aliados, teniendo como objetivo las "instituciones financieras de Rusia y sus principales industrias".

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, también ha tomado la palabra en esta línea, haciendo alusión a un "robusto" paquete de sanciones, aunque sigue apostando por la diplomacia. "El peligroso pensamiento del Kremlin, procedente de un oscuro pasado, puede costar a Rusia un futuro próspero", ha avisado, asegurando al mismo tiempo que Europa tendrá "gas para todo el invierno" a pesar de esta crisis. El canciller alemán, Olaf Scholz, ha pedido distinguir entre "exigencias insostenibles" e "intereses de seguridad legítimos". A esta reunión no han acudido ni Vladimir Putin ni Joe Biden, que este viernes avisó del peligro de invasión inminente por parte de Rusia en Ucrania.

Quien sí ha acudido al encuentro es el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, que ha mantenido distintas reuniones en busca de "acuerdos concretos". Y ha advertido a Rusia: "No responderemos a las provocaciones". Desde España, Margarita Robles, ministra de Defensa, ha hablado de los militares españoles desplazados, siempre para garantizar la estabilidad: "Tienen un carácter de estabilidad y no ofensivo".