Alexéi Navalni, líder opositor ruso, fue puesto en libertad tras cumplir una condena de 30 días de arresto administrativo por llamar a participar en un mitin no autorizado que se celebró el pasado 27 de julio y fue disuelto violentamente por la policía.

El opositor salió a primera hora de la mañana del centro de detención Simferópolski de la capital rusa, según informó el canal de televisión independiente TVRain que emite por Internet.

Navalni, famoso por sus denuncias de corrupción en las altas esferas del poder, fue detenido el pasado 24 de julio, cuando salía de su domicilio.

Durante su permanencia en el centro de detención, el político tuvo que ser hospitalizado por lo que sus abogados calificaron de intoxicación con una "sustancia química desconocida". Según los médicos que le trataron en el hospital, donde permaneció un día, Navalni sufrió una "dermatitis de contacto".

En su cuenta de Twitter el político publicó una imagen en la que se le ve abandonando el centro de detención vestido con un chándal azul marino y una mochila al hombre.

Un grupo de más de 50 científicos rusos difundió una carta abierta a las autoridades en la que pidieron poder fin a la persecución penal de algunos de los participantes en las recientes protestas opositoras en Moscú.

"Nosotros, científicos rusos que trabajamos en universidades y centros de investigación tanto en Rusia como en el extranjero, estamos muy indignados por la persecución penal de los participantes en protestas pacíficas relacionadas con las elecciones a la Duma (Asamblea legislativa) de Moscú", apunta la misiva.

Los científicos destacan que su profesión es "incompatible con la burda mentira, la manipulación de los hechos y la persecución de los voces disidentes".

Para ellos, las protestas en Moscú, que acabaron con cerca de 3.000 detenidos, fueron provocadas por un "claro fraude" durante el registro de los candidatos a las elecciones locales que dejó fuera a los representantes de la oposición extraparlamentaria.