Alemania utilizará los beneficios extraordinarios de las energéticas para hacer frente a la inflación. "Usaremos los muchos miles de millones que recaudamos en el proceso para aliviar la carga de los ciudadanos", ha anunciado el canciller alemán, Olaf Scholz. En este sentido, el canciller alemán ha asegurado que pondrán coto a esas ganancias: "Nos aseguraremos de que ninguna de las ganancias excesivas pueda seguir utilizándose".

La forma en la que se gravarán o se limitarán estos beneficios está aún por determinar, aunque en un documento oficial se plasma como "contribución". "Hay productores que se pueden aprovechar de la situación del alto precio del gas que marca, a su vez, el de la electricidad", ha señalado Scholz.

Esta decisión forma parte del tercer paquete de medidas del gobierno de coalición, por valor de 65.000 millones de euros. "No dejaremos solo a ningún ciudadano, ni a ninguna ciudadana", ha asegurado el canciller alemán.

Además, en el acuerdo también se plantea crear un precio tope de la electricidad para el consumo básico. A falta de concretar, podría aplicarse hasta ciertos niveles de consumo. También se habla de otras medidas, que incluyen ayudas directas para pagar la calefacción, con el objetivo de aliviar las economías familiares más desfavorecidas.

El transporte es otro de los sectores que se beneficiará de este paquete. Y es que el Gobierno federal ha reservado 1.500 millones de euros para financiarlo, una medida que sigue al abono de transporte de nueve euros al mes, que ha estado en vigor entre junio y agosto. El profesor de Relaciones Internacionales Pedro Rodríguez señaló al respecto en Al Rojo Vivo que "al final, lo han adquirido 30 millones de alemanes, un tercio de la población, lo que ha sido una de las mejores intervenciones".

En general, se trata de medidas muy similares a las tomadas hace un mes por el Gobierno español.