Las autoridades sanitarias alemanas han confirmado un sexto contagio por el coronavirus de Wuhan. Se trata de un niño pequeño, hijo de uno de los pacientes hasta ahora conocidos. Estos son cuatro hombres y una mujer empleados en una empresa de Baviera.

El Departamento de Sanidad bávaro ha comunicado este nuevo caso, mientras se esperan resultados del total de 110 análisis realizados en personas que han estado en contacto con los afectados, en algunos de los cuales ya se ha descartado la infección.

Ayer mismo se confirmó el quinto caso: un empleado de la compañía de componentes de automóvil Webasto. El origen de los contagios es una mujer china que había impartido un curso de capacitación en la empresa.

Un avión de las fuerzas armadas alemanas ha despegado esta mañana del aeropuerto de Colonia para proceder a la repatriación de unos 100 residentes alemanes de la ciudad de Wuhan, epicentro de la epidemia.

Ninguno de ellos tiene síntomas de contagio, pero, tras su regreso a Alemania, quedarán preventivamente 14 días en cuarentena en una instalación militar.

Por otro lado, el Gobierno alemán ha ampliado la recomendación de no viajar a China. Hace unos días había instado a no viajar a Wuhan, para extender después la advertencia a toda la región de Hubei y ahora a todo el país.

El ministro de Sanidad, Jens Spahn, ha insistido en que Alemania está preparada para hacer frente a estos casos y ha pedido no caer en alarmismos.

Emergencia internacional

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado la emergencia internacional ante el rápido aumento de los pacientes afectados por el coronavirus de Wuhan, ya más de 8.000 en dieciocho países, aunque el 99% de los casos se han diagnosticado dentro de China.

Un comité de emergencia de 15 expertos, convocado por el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha declarado esta alerta, que había descartado hace una semana, tras la aparición de varios contagios entre personas en países como Alemania, Japón, EEUU o Vietnam, en pacientes que no habían viajado recientemente a China.

"Declaramos esta alerta no por lo que está ocurriendo dentro de China sino por la situación en otros países, y porque (el coronavirus) podría extenderse a lugares con sistemas sanitarios más débiles", ha afirmado Tedros.

La alerta mundial "no significa que desconfiemos de China: al contrario, creemos en la plena capacidad de ese país para combatir esta emergencia", ha asegurado el director general, quien esta semana viajó a Pekín y se reunió con el presidente chino, Xi Jinping, para analizar el avance de la epidemia.